Construida a mediados del siglo XIX por dos vascos franceses canteros de profesiòn con piedras areniscas unidas sin argamasa es ùnica en su gèneroen todo el continente. En perfecto estado de concervaciòn, subsiste alli ademàs su puente de acceso (sobre el arroyo chuy del Tacuari) la casona y pulperìa.
Esta posta interceptaba el paso entre Melo y Villa Artigas (hoy Rio Branco) obligando a los viajeros a pagar peaje, a la vez que les servia de abrigo y protecciòn contra las bandas de asaltantes tan comunes en la regiòn por aquella època.
Hoy el visitante puede recorer allì el Museo del Gaucho, sorprendiendose ante diversos utensillos que pertenecieron a nuestro hombre de campo en lejanas èpocas.
hermoso lugar...
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